DIOS QUIERE HABITAR EN EL INTERIOR DE LOS HOMBRES PRINCIPALMENTE, PARA HACER CON ELLOS UNA NUEVA ALIANZA DE AMISTAD DEFINITIVA E INTRODUCIRLOS ASÍ POR MEDIO DE LA IGLESIA EN SU REINO, OSEA EN SU FAMILIA DIVINA.
Dios quiere habitar principalmente en nuestros corazones para hacer con nosotros una alianza de amistad definitiva y así introducirnos en su reino o familia divina. Para esto Cristo, en virtud de su muerte y resurrección nos da la plenitud del Espíritu Santo y nos introduce en su iglesia, que es el Reino de Dios en construción, en formación o gestación.
O sea la antesala o las primicias del Reino de Dios.
Jeremías 31. 31-34.
Mateo 26. 27-28.
Marcos 14. 23-24.
Lucas 22. 20.
1 Corintios 11.25.
2 Corintios 3. 1-18.